Pase lo que pase, no podremos escapar...

Pase lo que pase, no podremos escapar...

Incluso si logramos mantener una buena salud, pase lo que pase, no podremos escapar de la vejez y la muerte. El punto más importante no es mantenerse sano sino no desperdiciar la vida, no perder el tiempo innecesariamente. Envejecer no es fácil, especialmente cuando se mantiene la mente despejada. En ese momento vemos que nuestras capacidades se debilitan, podemos sentir la nostalgia de la juventud. Así lo expresa un monje que practica zazen aquí durante este sesshin, a sus 90 años. Siente que todavía le quedan muchas cosas por hacer, por eso quiere vivir muchos años más. Es un sentimiento completamente natural. Continúa practicando zazen con la sangha, no sólo en sesshin, sino cada semana en el dojo de París, por lo que su vida no transcurre en vano.

En nuestra sociedad intentamos ocultar la realidad de la vejez y la muerte. Generalmente, los ancianos son encerrados en hospicios. Los enfermos van directamente del hospital a la morgue sin que nadie los vea salvo la familia. Pero si no afrontamos esta realidad, nuestra vida se vuelve como un sueño. Vamos a construir todo un decorado para ocultar esta fragilidad fundamental.

Sin embargo, mujo, la impermanencia, es lo que hace que la vida sea maravillosa como la gota de rocío que evaporan los primeros rayos de sol. Es sobre todo mujo lo que nos empuja a practicar el camino. Por eso Sensei (*) siempre decía: “Cuando haces zazen entras en tu ataúd”. Entrar en su ataúd significa abandonar todo lo que está fuera de nuestro control, es decir todo.

Es el momento del desapego. Se dice que las personas que experimentan un estado cercano a la muerte cambian completamente cuando vuelven a la vida. Sus vidas se vuelven menos egoístas. Tienen más compasión por los demás. Prácticar Zazen es lo mismo. Simplemente es menos arriesgado que ser atropellado por un automóvil.

Sensei decía: "Sólo aquellos que resuelven el problema de su muerte pueden encontrar la verdadera felicidad en sus vidas. No es de extrañar que sea tan difícil ser feliz."

Cuando Yoka apareció ante el sexto patriarca, este ni siquiera saludó al maestro.

Eno le preguntó: "¿Por qué no respetas los modales correctos de un monje?"

Yoka respondió: "El tiempo pasa rápido. Todo es impermanente. Quiero resolver el problema de la vida y la muerte aquí y ahora. No hay tiempo que perder".

Entonces Eno le dijo: "¿Por qué no realizas el no nacimiento?"

Yoka respondió: "Cuando nos dimos cuenta del no nacimiento, nos dimos cuenta de que aquí y ahora, abruptamente, no queda nada".

“Eso es, eso es”, le dijo Eno.

¿Habéis entendido? Es una pregunta. Ésta es la única pregunta realmente importante. ¿Podemos entender esto, no con la cabeza sino con las entrañas?


Roland Yuno Rech

La Gendronnière - Campos de verano y de invierno 1992

Miercoles 22 de julio 1992 ( Zazen de 20h30)

Yuno Kusen. La enseñanza oral del Maestro Roland yuno Rech  / Nº11 Diciembre 1999


(*) Sensei: se refiere al Maestro Deshimaru

Traducción del francés: Ángel Hosshin Donoso

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