Los Tres Pilares del Zen (III)

La actitud del espíritu.
Dejar pasar.

De la misma manera que la respiración adecuada sólo puede surgir de una postura correcta, la actitud del espíritu se deriva naturalmente de una profunda concentración sobre la postura y sobre la respiración.

En zazen, las imágenes, los pensamientos, las formaciones mentales surgidas del inconsciente pasan como sombras delante de un espejo y se desvanecen naturalmente. Al no alimentar pensamientos personales, aparece la conciencia hishiryo, más allá del pensamiento. Este estado no es un estado de conciencia especial sino la vuelta a la condición original.

Al no intentar alcanzar la verdad ni cortar las ilusiones, la conciencia universal se manifiesta naturalmente. Gracias a la práctica de zazen se puede comprender que todos los pensamientos son sólo contenidos vacíos, desprovistos de sustancia real, que van y vienen. De esta forma uno se percata de que existe una conciencia intuitiva original, radicalmente diferente a la conciencia habitual del yo.


Tomado de: https://www.seikyuji.org/

Entradas populares

Aceptación de lo que es o resignación, Roland Yuno Rech

Newsletter Seikyuji - 25 junio 2020