El no nacido...

Gérard ChinRei Pilet.

Sesshin de Artajona (Navarra), 1,2 y 3 de Noviembre, 1996

Sábado 2-11-1996 - 20:30 h.


La tercera sombra de las que habló Shakyamuni, el Buda, es la ignorancia. La ignorancia de la que habla el Buda no es la de las cosas del mundo. No es la ignorancia de naturaleza intelectual. La ignorancia de la que habla el Buda no se elimina llenándose la cabeza de libros. La ignorancia de la que habla el Buda es la ignorancia de la verdadera naturaleza. ¿Quien soy yo? La mayoría de la gente contesta: "Yo soy mi cuerpo. Nazco cuando mi cuerpo nace , muero cuando mi cuerpo muere. Soy mis pensamientos, soy mis emociones, soy mis sensaciones". Pero durante zazen, dejamos precisamente pasar todo esto. Invertimos las cosas. Dejamos pasar los pensamientos, las emociones, las sensaciones. Y ese dejar pasar permite que se manifieste una dimensión diferente de  nuestro ser, una dimensión diferente dela conciencia. Es el ojo del Buda del que he hablado; la conciencia espejo que observa los pensamientos sin ser los pensamientos, que observa las emociones sin ser las emociones, que observa las sensaciones sin ser las sensaciones, que observa este cuerpo sin ser este cuerpo. Esta conciencia es Buda, vuestra verdadera naturaleza colocada en la otra orílla, más allá del tiempo. Buda la llamaba "el no nacido". Zazen pone de manifiesto "el no nacido", lo que no aparece cuando este cuerpo nace, lo que no desaparece cuando este cuerpo muere. Es la conciencia plena de ese no nacido la que disipa la angustia existencial, la que disipa la cólera, la que disipa la avidez, la que disipa el miedo a morir. ¿Quien muere?

Cuando el Buda estaba a punto de morir, su discípulo y secretario Ananda, empezó a llorar y el Buda le dijo. "Ananda, este cuerpo es como todo lo demás, debe perecer; este cuerpo tiene que morir. Pero concéntrate en lo no nacido y tu sufrimiento se desvanecerá". El Buda hacía ya mucho tiempo que no se identificaba con su cuerpo, pues había hecho realidad, totalmente, "el no nacido".

Cada acontecimiento de la vida del Buda es una enseñanza. Esta anécdota es una enseñanza profunda del no nacido.  La enseñanza profunda de quién soy yo.

Muy a menudo, Sensei nos decía: "Durante zazen, sois Dios, Buda". Es la naturaleza del ser humano, su verdadera dimensión. Dogen decía que teníamos mucha suerte por haber nacido en un cuerpo humano. Precisamente porque este cuerpo humano nos permite manifestar la última dimensión de la conciencia. Este cuerpo humano se puede convertir en la barca de la que habla el Buda. Esa barca que permíte atravesar el océano de nacimientos y de muertes y alcanzar la otra orilla.

Manifestad esto, sed esto. Cualesquiera que sean las circunstancias de vuestra vida, de vuestro karma, no os olvideis de hacer de este cuerpo una barca. De esa manera, cuando llegue el momento de abandonarla, podréis abandonarla sin lamentaciones, sin pena.


Sesshin de Artajona (Navarra) 1, 2 y 3 Noviembre 1996

Dirigida por Gérard ChinRei Pilet, maestro zen.

Organizada por el Dojo de Pamplona / Iruña.

Traducción de Begoña Agiriano.

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