Kusen de Étienne Zeisler sobre el "Tenzo Kyokun" del Maestro Dogen [31/..]

 KUSEN

 (enseñanza oral durante zazen)

"TENZO KYOKUN"

del

Maestro DOGEN

Comentarios de Ètienne Zeisler


 [31/..]  

Martes 2 de diciembre 1986. (07:00 h)  

En el último párrafo. Dogen habla de tres espíritus: kishin, daishin, roshin. Kishin el espíritu feliz, daishin el espíritu ilimitado, roshin el espíritu de compasión, el espíritu paternal. Son los tres espíritus de la práctica, los tres espíritus del tenzo, que se desarrollan a partir del trabajo del tenzo, a partir de la práctica de zazen.

Dogen escribe: “En el Zennen Shingi se encuentra esta pasaje: La sangha es lo más precioso entre todo. Los que viven en ella son liberados de las insignificancias de la vida social. Una comunidad tal actualiza la más alta postura, la actitud mas elevada, desprovista de toda fabricación mundana. Qué alegría haber podido nacer como ser humano capaz de preparar la comida para los tres tesoros. Nuestra actitud no puede ser más que un comportamiento de alegría y gratitud”

Estudiar la Vía es lo que hay de más importante en nuestra vida. Sensei decía: “Es el final del más alto logro, la mayor felicidad” Es kinshin, la mirada más elevada sobre la vida.

El maestro Dogen decía: “Hozanmai es el rey de los samadhi, zazen” Practicando zazen se puede estar completamente y directamente más allá de este mundo y penetrar la verdadera profundidad de Buda y los patriarcas.

Durante zazen podéis observar vuestro espíritu. Durante zazen, vuestra conciencia se vuelve completamente clara. Podéis ver vuestros pensamientos que nacen, aparecen, a partir de la ignorancia, de las insignificancias del mundo, del polvo social, de vuestros deseos. Si seguís un pensamiento, os resulta muy práctico. Zazen se vuelve corto. Pero debéis dejarlo pasar todo. Incluso si veis este polvo, la ignorancia, las complicaciones, incluso si veis vuestro karma, si os sentáis en zazen, estáis más allá del polvo de este mundo. El pensamiento crea nuestro sufrimiento. Por los pensamientos que nacen, los deseos que engendran, los seres humanos crean el infierno. Corriendo tras la satisfacción del egoísmo. “quiero ser feliz. Tengo que encontrar una bonita casa, una mujer guapa, un coche, una posición social…”

Sensei decía: “Cuando nos hacemos mayores, buscamos al poder, la importancia, se desea que nuestro ego sea respetado. Se quiere coleccionar antigüedades, chucherías, dedicarse a la política o hacer la revolución”

Cuando Eno estaba cerca de su maestro, Dogen no dice que hubiera tenido el satori, sino:”Él ha perdido la cara. Ha perdido el honor” Todo lo que la gente preserva como lo más precioso, especialmente en China o Japón, él lo perdió, y así se convirtió en el sexto patriarca. Si se sigue el propio ego, la vida se vuelve nakara. Si nos concentramos completamente, zazen se vuelve Hozanmai, el rey del samahi. Pero muy poca gente busca Hozanmai. Van al cine, a oír conciertos. Cuando se les habla de Hozanmai, se adormecen o se enfadan.

El maestro Sekito dice: “No deseéis lo que los otros desean, no envidiéis el lugar que los otros envidian” Kodo Sawaki decía: “tenemos necesidad de comprender el sentido de nuestra vida. Comprender su confusión, el hecho que sea incompleta y azarosa, comprender que sin cesar abusamos de nosotros mismos y engañamos a los otros. Debemos instalarnos en nuestra vida”

Durante zazen podemos comprender nuestro sufrimiento, asir la raíz de nuestra ilusión, realizar que la ilusión se vuelve sufrimiento. Solo el ser humano sufre de esta manera. Los animales no sufren así. La vaca no tiene ilusiones. Pero por el contrario, solo el hombre puede decidir abandonar su ego.

Sensei decía: “Solo el ser humano puede hacer zazen” El cerdo no puede sentarse en zazen. Solo el ser humano puede comprender su vida, dar media vuelta y concentrarse, parar de entretenerse con juguetes. Incluso las cosas más seria del mundo social, no son más que juguetes. La bolsa que sube y baja, construir máquinas, armar, hacer la guerra”. “Incluso una cosa tan grande como morir por el propio país”, decía Kodo Sawaki, “es solamente una forma de egoísmo”. Y todas estas cosas aparecen a partir de la ignorancia. Durante zazen podéis verlo claramente por vosotros mismos.

La penúltima vez, durante zazen un pilar no paró de pedorrearse. Muchos han dicho:”¡No es posible! Durante zazen esto no se hace” Algunos se enfadaron. A partir de un pedo nacen los pensamientos, aparecen las oposiciones, la cólera. Al final incluso pueden estallar conflictos. Por otro lado, algunos no quieren otra cosa que protegerse a sí mismos.”Si no me tiro un pedo, me va a explotar el intestino” No está bien pedorrearse en el dojo. Zazen, el Budismo, es la vía del medio. Este lugar, este punto, es muy importante. Con el ejemplo del pedo podéis comprender. Es parecido para todas las cosas. “proteger este lugar, dice el Maestro Keizan, debe ser como la protección del recién nacido” Zazen, es lo más profundo, lo más grande, lo más importante. “Si os concentráis sin ninguna concesión subjetiva ni objetiva, podréis encontrar en cada instante el autentico viejo maestro y podréis hablar con la verdadera persona libre, que no es atado por ninguna cosa. En esta momento, no os podréis separar de ellos y realizareis la perfecta unidad.”

La sangha es esta comunidad que actualiza la más alta postura, la actitud más elevada, al margen de toda producción mundana, es los que hay de más precioso. Esta práctica es mushotoku, sin meta. Sensei decía: “El karma no conoce el fruto, la acción no conoce el resultado, y el resultado ignora toda acción” ¿Por qué vivo? ¿Cual es la causa? No sé. ¿Por qué hago zazen? Al final no lo sé. ¿Por qué soy tenzo? En último término no lo sé. Pero en esta no-comprensión, se encuentra la verdadera alegría religiosa, kishin. Continuar, no detenerse, continuar zazen. “No sé lo que hay”, decía sensei. Es kishin, la alegría más alta.

“La sangha es lo más precioso. Los que viven en ella son liberados se las insignificancia de los social. Una comunidad tal, actualiza la postura más elevada, desprovista de toda producción mundana. Qué suerte haber podido nacer como un ser humano capaz de preparar la comida para los tres tesoros. Nuestra actitud no puede ser más que un comportamiento de alegría y reconocimiento”

 Continuará... 

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