La Perla brillante - Gérard Chinrei Pilet (13/22)

Kusen (Enseñanza oral durante Zazen).
LA PERLA BRILLANTE
Enseñanza de Gérard Pilet, monje zen.

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Dojo de París - Zazen del jueves 10 de diciembre de 1998

Dogen dice: “La esencia de la causalidad nunca cesa y sin embargo la perla es siempre brillante, es nuestro rostro original, es nuestro ojo iluminado. Se han expresado numerosas opiniones sobre la perla brillante, sobre lo que es, sobre lo que no es. Pero las palabras de Gensha clarifican la verdadera naturaleza de la perla que es todo, nuestro mismo cuerpo-mente, la vida, la muerte. Que estemos perplejos o atormentados, solamente existe la perla brillante. Y no puede haber la menor acción ni el menor pensamiento que existan de forma separada de la perla brillante. Así mismo, tanto si avanzamos o retrocedemos en el antro del demonio de la montaña negra, no es otra cosa  que la perla brillante.

Es un texto muy profundo. Comprenderlo intelectualmente únicamente con la ayuda del mental no es posible. Es necesaria la experiencia directa de la vía de zazen. En zazen, los pensamientos, las complicaciones, las emociones se manifiestan, pero no nos identificamos con ellos. Sois como el espejo que refleja los objetos sin ser afectado. Es  hishiryo. Esta consciencia no afectada por los pensamientos que manifestamos durante zazen nos permite realizar que todo es la perla brillante, que todo es Buda.

Cuando todo es vivido a partir del espejo de hishiryo, todo es Buda, todo es la perla brillante. Ni siquiera los pensamientos más complicados  perturban el espejo de hishiryo. Los que no practican hishiryo, creen que los pensamientos están separados de la perla brillante, pero es una ilusión. Una ilusión que la práctica disipa.

Así, cuando  Gensha dice que el universo es una perla brillante, el mental de su discípulo se encabrita como la pregunta de esta mujer el otro día: “¿Cómo puede ser el universo una perla brillante cuando cotidianamente vemos horrores, catástrofes, guerras?” Es el koan, y la llave del koan, es hishiryo.

Así como vuestros pensamientos complicados no perturban el espejo de  hishiryo,  las catástrofes, las guerras, no perturban la consciencia cósmica de Buda.

El juego de la vida es que el espíritu se convierte en lo que  es verdaderamente: la perla brillante. En la medida de lo posible, incitad a otros a practicar este juego que es la Vía.

 Continuará... 

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