Preparando el gomasio...
Moliendo con el suribachi
Foto: Ángel Hosshin
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Gomasio
Para hacer gomasio o sal de sésamo tomamos la proporción de 15 cucharadas de sésamo por 1 de sal marina sin refinar. Empieza tostando el sésamo en una sartén sin engrasar, ve moviendo con una cuchara de madera para que las semillas no se quemen y no salten tanto (como las palomitas de maíz) y cuando desprendan su especial aroma a nuez y empiecen a dorarse, retíralas.
A continuación tuesta la sal.
Si tienes un suribachi (mortero japonés), genial, es perfecto para preparar el gomasio, si no, utiliza un mortero tradicional y muele ambos ingredientes juntos, pero procura no deshacer las semillas demasiado. Haz movimientos circulares en ambos sentidos en forma de espiral. La idea no es triturarlas, sino abrirlas, ya que si no se abren pasarán por el aparato digestivo sin ser metabolizadas y saldrán como han entrado, sin que puedas absorber sus muchos nutrientes.
Si haces cantidad para guardar, recuerda envasarla en un recipiente hermético y conservarla en el frigorífico, procurando no tardar demasiado en consumirla para que no se ponga rancia.
La proporción de sal puede variarse con respecto al sésamo; ¡ojo los hipertensos!.En el momento de moler puede también añadirse una pizca de alga kombu seca.