Zazen: como una montaña, como un pino gigantesco...

Aunque el fundamento del zazen es sentarse, no se trata de un sentarse ordinario. No solamente debe estar la espalda recta, la respiración regulada apropiadamente, y la mente concentrada más allá del pensamiento sino, según Dogen, uno debe sentarse con un sentido de dignidad y grandeza como una montaña o un pino gigantesco, y con un sentimiento de gratitud hacia el Buda y los patriarcas, quienes hicieron manifiesto el Dharma. Debemos estar agradecidos por nuestro cuerpo humano, por medio del cual tenemos la oportunidad de experimentar la realidad del Dharma en toda su profundidad.  Este sentido de dignidad y gratitud no se limita a sentarse, sino que debe ser parte de cada actividad, pues en la medida en que cada acto surge, cuenta con la pureza y dignidad inherentes a la budeidad. 

Esta dignidad innata del hombre se manifiesta fisiológicamente en su espalda recta, puesto que solamente él, de todas las criaturas, tiene la capacidad de sostener la espina dorsal vertical.

Los 3 pilares del Zen, Philip Kapleau

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