El espíritu quiere cambiar, pero el cuerpo...

El Maestro Wanshi decía:

Con delicadeza, iluminad las condiciones. Llevadlas generosamente más allá de las dualidades ordinarias. Sed como el viento en los pinos, como la luna sobre el agua. Sencíllos, puros, sin pasión, estad contentos allí donde estéis.

La práctica, el entrenamiento de la sesshin es comprender esto con el cuerpo, hacerlo realidad intimamente. Hacer que el cuerpo sea el receptáculo de esto, el receptáculo de los tres tesoros. Comprender el lazo espiritual entre el Buda y uno mismo.

Sensei decía:

El espíritu quiere pero el cuerpo no obedece. El espíritu quiere cambiar pero el cuerpo se queda en la cama.

Las dos cosas son importantes. En otros momentos es el espíritu el que se resiste, da sus razones buenas o malas. Inconscientemente el cuerpo y el espíritu se acercan en zazen y se vuelven íntimos, se convierten en la Vía.


Raphaël Dôkô Triet.

Sesshin de Ripoll, Junio 1996 - Kusen (Fragmento)

Entradas populares

Aceptación de lo que es o resignación, Roland Yuno Rech

Newsletter Seikyuji - 25 junio 2020