Puertas que se abren...

Que ninguna parte del cuerpo se escape de zazen. Cuando empezamos zazen, a veces tenemos reacciones fuertes, muy diferentes según las personas. Eso depende de la vida, del karma de cada uno. La primera vez algunos incluso se marean; otros tienen fuertes dolores en la espalda, en las piernas, en la nuca; otros, escalofríos; otros, somnolencia. Estas manifestaciones son puertas que se abren para comprenderse a sí mismo. La Vía no es nada más que eso.

La mayoría de la gente piensa que la Vía es una religión, la permanencia a un grupo social o a un sistema de creencias. La Vía es encontrar en uno mismo la tranquilidad de espíritu que no puede expresarse ni mostrarse.

Kodô Sawaki decía: "Creo que la religión es esa serenidad, escondida en lo más profundo de uno mismo, que hace que uno siga el camino sin ayuda de nadie."

Raphaël Dôkô Triet, maestro zen
Campo de verano de La Gendroniere, 8 al 16 de agosto 1997.
Tomado de UNSUI Vol. 2

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